viernes, 2 de octubre de 2015

¡Biba la livertad relijiosa!

procesion Zaragoza 
En el pleno del Ayuntamiento de Zaragoza del 28 de septiembre de 2015, se aprobó la modificación del Reglamento de Protocolo. Según la nueva normativa protocolaria, la asistencia a los actos religiosos será de obligado cumplimiento para el alcalde y los concejales. No se incluye en esta obligación perentoria, no se sabe si como deferencia o por ingrato olvido, a los ujieres y demás funcionarios del ayuntamiento. Tal dádiva protocolaria se debe a los votos del PP, del PSOE y del CHA. Cada formación política aludiendo sus motivos particulares. Faltaría más. Pero el resultado ahí está. A partir de ahora, todos a la procesión, quieras o no, seas ateo o musulmán, budista o tonto del culo.

Tal decisión, no solamente deja con el culo al aire la no confesionalidad del Estado, sino, también y sobre todo, la libertad ideológica y religiosa tomada esta de forma individual sin aditamentos de ninguna clase, tal y como formula el artículo 16.1 de la Constitución: “se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley”.

Difícilmente podrá un alcalde o un concejal ejercer su libertad religiosa si debe asistir obligatoriamente a una ceremonia confesional. Particularmente, Hacía mucho tiempo que no me enfrentaba a una decisión tan absurda, tomada, además, por cerebros que pretenden dirigir la salud mental política de la ciudad. Es un decir, claro. Y se ven obligados, además, por una institución pública que, como parte del Estado y por mandato constitucional, es una  entidad aconfesional, ajena por completo a cualquier fe religiosa. Y es ella, precisamente ella, la que obliga a sus inquilinos a asistir obligatoriamente a lo que ella misma, como institución, jamás debería prestarse… El acabose. Ni Kafka hubiera imaginado argumento tan magnífico para describir las aberraciones a las que puede conducir una mente burocrática.

Hemos visto perpetrar muchos despropósitos, pero este será de los que colmen el vaso de la irracionalidad más esplendente. La decisión municipal atenta, no solo contra la lógica más elemental, sino contra la Constitución que establece que estas decisiones y conductas han de tomarse de forma voluntaria y sin coerción, pues, si no, dejarían de ser libres.

El ayuntamiento de Zaragoza se ha posicionado, gracias a la incuria intelectual del PSOE, pero no solo, obviamente, en contra de lo que aconseja la Constitución.

Una imagen para el recuerdo carpetovetónico de este país. ¡El ayuntamiento obligando a los alcaldes y a los ediles a asistir a procesiones confesionales en un Estado aconfesional! Pero ¿qué disparate monumental es este?

Una institución pública aconfesional, que debe mirar por el respeto a la libertad individual de cualquier naturaleza, se enfanga en el oscurantismo al dictaminar la obligatoriedad de sus concejales para que asistan sin chistar a un acto de carácter religioso. Y ello sin importarles lo más mínimo si los concejales en cuestión son ateos, musulmanes, deístas, agnósticos o tontos del trigémino. ¡Biba la livertad relijiosa!

Pensábamos que el carácter obligatorio de asistencia a actos de carácter religioso se había ido al desierto de Gobi con el Innombrable y con él el nacionalcatolicismo, ese fascismo de la fe nada camuflado al que estuvimos obligados a esnifar aunque fuera de modo cínico, hipócrita y, sobre todo, silencioso durante tantísimos años. ¡Qué ingenuidad!

El PSOE nos la ha vuelto a pegar y se ha pegado él mismo contra su propia cerrazón. El PSOE nos ha vuelto a recordar que con él no van los principios, la ética, la congruencia, la palabra dada, la constitución y las decisiones que toman en sus congresos federales. Harto estoy de escuchar a sus prebostes más lenguaraces que el cuerpo doctrinal de su ideología les pide suprimir los acuerdos nefastos con la santa Sede. Y, luego, ante una decisión tan elemental como la presente, se escurren como bayeta de cocina.

El PSOE se lo tiene que mirar. Lo suyo es esquizofrenia política. No se aclaran aunque se diga que han actuado así, porque buscan los votos de la ciudadanía. Que no. Que la ciudadanía hace tiempo que no permite que se la den con queso con agujeros. La grandilocuencia socialista en estos temas es tan soberbia como inicua La palabra laicismo se les hace en la boca coca cola light, pero en cuanto deben aplicarlo de forma pragmática, incluso en tareas menudas, les entra una diarrea monumental. Se escudan en mil y un pretextos, la tradición, la costumbre, las creencias, Chindasvinto y la Virgen del Pilar. Aclárense. Necesitan un congreso para hablar de estos asuntos y asumir una decisión común, porque, cada vez que dicha cuestión se lleva a los plenos de los ayuntamientos de España, los pilla groguis, y así vemos cómo unos ediles se van por Oriente y otros por Occidente. Como diría Romanones: “¡Qué tropa!”.

La situación es muy grave, porque la decisión del municipio de Zaragoza, además de atentar contra el pluralismo y la aconfesionalidad, lo hace de forma indecente contra la libertad individual religiosa consagrada por la Constitución. Y eso sí que no.

Bien `podría decirse que la decisión tomada por el Ayuntamiento de Zaragoza es una decisión anticonstitucional. El Ayuntamiento de Zaragoza se ha colocado a la misma altura –o bajura mental y racional- que el propio Ejército, que no tiene escrúpulo en obligar a sus soldados a asistir a procesiones religiosas en contra del derecho inalienable de la libertad religiosa del individuo que asiste a éste.

Las fiestas de Zaragoza no son ni más laicas, ni más religiosas con la presencia o no de los ediles de Zaragoza en la ofrenda floral o asistiendo a los faustos folclóricos en honor de la virgen del Pilar. Serán lo que siempre han sido: una manifestación más del fetichismo religioso en el que muchas personas hacen convivir su irracionalidad metafísica ocasional con su inteligencia cotidiana y permanente.

Resulta paradójico que se diga que la asistencia del alcalde y los concejales a tales ceremonias representarán mejor a la ciudad que, a fin de cuentas, es su deber. ¿Lo es? No. Dicha representación sería posible si la ciudad fuese confesionalmente un monolito homogéneo y uniforme. Pero resulta que es todo lo contrario. La ciudad es un conglomerado plural donde conviven todo tipo de creencias y confesiones, y, por supuesto, los no creyentes.

La ciudadanía debería reparar que en asuntos de fe, de religión, de creencias metafísicas solamente ella es capaz de representarse a sí misma. ¿Acaso el acto de fe, al que asisten ciertos ciudadanos, pierde su transcendencia metafísica ante el objeto/sujeto de su devoción pública, que no es otro que el Altísimo, si no asisten a él los políticos?

Tratándose de un acto religioso, donde se supone que lo más importante es la relación de uno con su Dios particular, lo demás debería importar un guano. La asistencia de los políticos que se deben a un Estado no confesional tendría que ser a estas alturas una anécdota. Contentos tendríamos que vernos al gozar de la libertad que consagra la constitución para hacer lo que cada uno quiera en materia religiosa y confesional.

La gente que asiste a una manifestación religiosa no necesita que la represente nadie. Ella es su propia representante. Así que una razón más para que la obligatoriedad del alcalde y de los concejales resulte todavía más ridícula. Los ayuntamientos no deberían perder ni un minuto de su tiempo en estas cuestiones, porque estamos en un Estado en un Derecho Aconfesional, donde constitucionalmente se legisla a favor de la libertad religiosa. Y punto.

A no ser que, gracias al hecho de asistir a este tipo de actos confesionales, los ediles se vuelvan por ósmosis más honrados, más inteligentes y más coherentes. Y más piadosos, claro. Pero no parece que este sea el resultado final, ¿no? Lo fue en el caso de Belloch. Pero Belloch iba para obispo. Y eso se notaba.

Víctor M. Moreno Bayona
Fuente: Nueva Tribuna · 1 octubre, 2015 

sábado, 20 de junio de 2015

Hoguera Solsticio de Verano y Druida 2015 La Paz

19 de junio 2015 Parque de La Paz,
República Independiente de Torrero.
 
Un año más recibimos el Solsticio de Verano con el fuego purificador que deja atrás el largo invierno, y como manda la tradición se elige Druida del Año en una persona que a lo largo del año y en su trayectoria se ha destacado por su compromiso con el barrio de Torrero/La Paz y la sociedad.

Este año se nombra Druida a María Ángeles Cardiel, de la Asociación de Vecinos de Torrero y portavoz de la Plataforma Salud Mental de Aragón, que ha llevado a cabo durante los dos últimos años la lucha, exitosa hasta ahora, para que no se trasladen las unidades de salud mental fuera de los barrios del Área II.










 Podéis ver el resto de las fotos en el siguiente enlace:

domingo, 26 de abril de 2015

CINCOMARZADA 2015

Aplazada por la riada del Ebro que hizo peligrosa su celebración el día 5 de marzo, aprovechando la festividad del Día de Aragón  el 23 de abril se celebró la Cincomarzada en el Parque Tío Jorge organizada por la Federación de Asociaciones de Barrio de Zaragoza (FABZ).





Más fotos de la Cincomarzada en:

jueves, 5 de febrero de 2015

es zaragoza: El PSOE y la cadena perpetua ¿quien necesitaba más...

Vuelvo a poner el artículo que ha escrito mi amigo Antonio Angulo 

El PSOE y la cadena perpetua ¿quien necesitaba más la foto?

¿Cómo se puede prestar apoyo, ni siquiera condicionado, a la regresión más grave producida en cuarenta años en materia de derecho penal en el Estado español? 
No existe justificación alguna para que un gobierno democrático y en un Estado con una concepción garantista del procedimiento criminal (consecuencia directa de años sin garantías jurídicas en los procesos penales, sobre todo los vinculados a “infracciones” sociopolíticas), apruebe en pleno Siglo XXI la implantación de la cadena perpetua para determinados delitos.
El mandato recogido en la propia Constitución (Art. 25.2  "La penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientada hacia la reeducación y reinserción social…"), es claramente contrario a tal supuesto y, con  la excusa de unos hechos injustificables y condenados por todos, el PP cuela de rondón y con el apoyo del ingenuo, o no tanto, Jefe de la Oposición provisional, a la sazón líder de un PSOE en descomposición, dicha condena.
En un Estado en donde la criminalidad tiene uno de los índices más bajos de todos los países de nuestro entorno, la autoritaria derecha gobernante no ceja en su empeño de promover leyes represoras y, en este caso concreto, establecer una condena inútil e inhumana que, en ningún caso va a  cumplir la función reeducadora y reinsertadora señalada en la Norma Suprema.
Hablar de cadena perpetua como respuesta a los atentados yihadistas de Paris, si no fuera por lo serio que es el tema, nos puede sonar a chiste malo.  ¿Qué efecto puede tener dicha condena ante elementos terroristas para los que su ideal de vida es su propia muerte?  A no ser que el objetivo sea otro más espurio e inconfesable o simplemente sea una pose ante la población ávida de inconsciente instinto de revancha. 
La verdadera eficacia en este terreno se encuentra actuando desde los países occidentales con otra mentalidad hacia los países de origen y, como eso vemos que nuestros mandatarios no son capaces de hacerlo,  habrá que aumentar la inversión en prevención, dotando de medios materiales y humanos a los investigadores y a la propia Administración de Justicia, no legislando al dictado de los hechos, los sentimientos o por la imposición de instancias externas.
Ante tan bárbaro desatino, más propio de sociedades cobardes y enfermas, que de sociedades civilizadas y modernas, un PSOE desnortado vuelve a dar cobertura a un gobierno que en pocos días puede estar entre las cuerdas y que está intentando en todos los ámbitos ir dejando las cosas atadas y bien atadas. Ellos sabrán, pero así no me extraña que sus militantes vayan llamando a las puertas de otros partidos.
 ¿Acaso el Sr. Sánchez ha recibido alguna carta como su conmilitón Sr. Zapatero en 2010, que le ha obligado a firmar semejante fiasco? ¿Cuál ha sido la contrapartida? Pues que sea transparente e informe a la ciudadanía. También podía haber solicitado opinión a su sabia y digna militancia y seguramente hubiera tenido que optar por dimitir.
Quizás a alguien tan poco informado como un servidor, se le escape algo en todo este teatro del absurdo en el que se está convirtiendo la política palaciega de los que de verdad deciden, ya que de lo contrario, la actuación del PSOE es, digamos, extraña y, en todo caso, suicida, pero, ya digo, ellos sabrán…
Antonio Angulo Borque

lunes, 19 de enero de 2015

No es guerra de civilizaciones, es batalla de incívicos.



Quiero hoy compartir un artículo que ha escrito un buen amigo en el blog "eszaragoza" a raiz de los acontecimientos de París con la matanza de los dibujantes de Charlie Hebdo y de los clientes del supermercado judío.

Es difícil escribir en este momento algo diferente o innovador a lo mencionado en los ríos de tinta que se han desparramado por todo Aragón y por todo el mundo, tras los terribles atentados yihadistas perpetrados en París. No hay palabras para describir el dolor intenso del corazón de un ser humano ante tamaña barbarie, como no puede haber palabras ante cualquier hecho violento realizado sobre inocentes. El ataque contra la libertad de expresión, masacrando a dibujantes y periodistas, a algunos nos deja impactados, noqueados, pero para otros, puede ser la excusa perfecta para ahondar en la represión y control de la ciudadanía.
El miedo que los violentos han querido implacablemente esparcir sobre la sociedad francesa y por extensión sobre la occidental, tiene un doble efecto, en primer lugar y como primeras víctimas, ha sido otro aviso más a  los propios seguidores de la religión islámica, a los que pretenden amedrentar para que no caigan en la desviación de "su Corán" ante las "provocaciones occidentales" y, en segundo lugar, es una amenaza sobre todas las ciudadanas y ciudadanos, menospreciando su dignidad y el derecho a la vida.
Deberíamos preguntarnos a quién benefician estos actos, pregunta que, por los inmediatos hechos posteriores, manifestación incluida (curiosa foto), y la determinación y rapidez con la que las autoridades mundiales se aprestar a regular restrictivamente el convivir ciudadano, se contesta por si misma. En la Unión Europea se lanzan planteamientos animosos para suspender uno de los derechos básicos de su Tratado, cual es la libre circulación por su territorio  de ciudadanos de sus estados miembros. Actuar y legislar en caliente, sin reflexión, nunca puede traer buenas consecuencias.
Además, como condimento sazonador de la violencia y, por sus propias peculiaridades nacionales, estos asesinatos reportan claros beneficios hacía los partidos xenófobos y extremistas del país vecino, así como a todo tipo de mentalidades integristas deseosas de la limpieza del diferente, derivada que nunca se puede descartar haya entrado dentro de los delirios de los terroristas islamistas, pues, "cuanto peor, mejor".
Está claro que a raíz de los atentados del once de septiembre de dos mil uno contra las Torres Gemelas en Nueva York, el mundo se ha vuelto, si cabe, más injusto y violento y, los conflictos provocados en Oriente Medio, han hecho crecer la sed de venganza en personas que nada tienen que perder, pues se lo han arrebatado todo (familia, bienes, trabajo…), considerando su propia existencia solamente en función del valor que le dan a su posible inmolación.  Algo contra lo que es difícil luchar con la fuerza bruta, desde una mentalidad occidental y sin despliegue de inteligencia y de lo que, me temo, tendremos que seguir hablando mucho en un futuro inmediato.
No es guerra de civilizaciones, es batalla de incívicos.
 
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